El pasado sábado 21 de octubre en Coquimbo Chile se llevó a cabo un nuevo Ironman 70.3 con la participación de más de 600 triatletas representando a varios países y entre ellos una nutrida delegación sanjuanina.
El circuito comenzó con dos vueltas de nado en el Océano Pacífico, enclavado en el puerto de Coquimbo, el segundo puerto más grande de Chile. Luego la bici, se desarrolló por la ruta principal N° 5, que serpentea a lo largo de la costa y con paisajes desérticos. Colinas interminables y pronunciadas acompañado de mucho viento para completar los 3 giros del recorrido. Finalmente, la jornada concluyó con 4 vueltas al paseo costero de la ciudad.
8 am comenzó la carrera con los competidores elite e inmediatamente dió inicio el age group, largando de a un triatleta cada 3 segundos. Si bien al principio el agua parecía fría, a medida que uno nadaba se la sentía más agradable. Sin embargo al salir del mar, durante la transición y los primeros 20 km de pedaleo pude vivenciar en mis manos la insensibilidad que me produjo el frío del agua. Fue así que no pude sacarme el traje ni el gorro y tuve que acudir a la ayuda de los colaboradores. Me costó ponerme las medias y los zapatos de ciclismo, como así también guardar las cosas de natación en su bolsa. Y durante el pedaleo no tenía fuerza para poner los cambios. Ésta sensación, nueva y desagradable, me llevó a pensar si valía la pena continuar con la carrera. A fuerza de voluntad y pensando en todo el sacrificio físico, económico y familiar que hice para estar en esta competencia, fue que decidí, con el recuerdo de mi querido primo Gerardo, continuar con la misma.
Mucho viento, subidas pronunciadas e interminables con bajadas picantes, hicieron de este recorrido, una prueba sumamente exigente.
La transición 2 la hice mucho más rápida y si bien, el circuito pedestre era en llano, también se sintió pesado correr durante las 4 vueltas.
Llegar a la meta se convirtió en un deseo vehemente, ya que el cansancio se hizo notar. Y después de más de 6 horas y media crucé segunda la línea de llegada y en el lugar 27 en la gral damas.
El resto de la delegación sanjuanina todos cruzaron la meta. Gisela Suligoy y Claudia Riveros terminaron tercera; Luciano Otarola 10°; Sergio Nozal 27°; Miguel Giménez 65°; Mauro Ayesa 19° y Alejandro Coto primero, clasificando al Mundial 2018. También participaron en posta: Natalia Saleme, Willy Núñez y Matías Sánchez ocupando el cuarto lugar.
Agradecimientos: Pedro León, Jorge Agil, Daniel Riveros por acompañarnos y alentarnos durante la carrera. A la ACT, en la persona de los Sres. Lucas Méndez y Axel Abraham por las documentación proporcionada. A la Sra. Natalia Saleme por el préstamo del departamento. Al Sr. Walter Manrique por el préstamo de las ruedas. A mi familia y amigos por el aliento. A la Sra. Guadalupe de los Ríos por estar siempre presente.
Dedicatoria: este Ironman lo hice en la memoria de mi primo Gerardo Aliaga Conte-Grand a quién "el río Paraná lo albergó para siempre".
