domingo, 26 de agosto de 2012

San Juan - Mendoza en MTB

Durante la semana se llevó a cabo en la vecina provincia de Mendoza el  Campeonato Nacional de Hockey sobre patines, categoría Junior, donde mi hija Florencia participó integrando el equipo de la UVT. Tanto los varones como las chicas llegaron a la final que se desarrolló el día sábado, donde las damas obtuvieron el segundo puesto y los chicos el primer puesto. ( ver Uvt Hockey Femenino) Y para Mendoza partí a alentar al equipo de Flor; y lo hice de una forma no habitual, ya que me fui en bicicleta.
Estaba planeado salir a las 6 de la mañana y si las condiciones climáticas lo permitían, tenía pensado hacer un promedio de 18 a 20 km/hs. calculando tardar a ese ritmo unas 9 hs aproximadamente.
Entre una cosa y otra salí de mi casa a las 6.20 y tomé Av. Rioja para empalmar el acceso sur. Aún de noche, no se notó la presencia de viento hasta llegar a calle 5. A partir de ahí y durante todo mi andar el viento predominante fue sur, es decir que lo tuve en contra todo el tiempo.
Me propuse etapas para que el camino no me resultara tedioso y al ir cumpliendo cada una fue como dar un paso tras otro en vista de mi objetivo. Así pues, la primer meta fue llegar al Cerrillo, la segunda a Media Agua y así sucesivamente. Pero cada etapa me costaba cada vez más, pues el viento por momento se ponía rabioso, tanto tuve que lidiar con él que mi marcha no superaba los 12 km/hs. Tal fue el esfuerzo que realicé que comencé a sentir dolor de cintura, de cuello y las piernas empezaron a notar el rigor del viento.


El día estaba nublado y el frío también se hizo sentir. Llegué al puesto de San Carlos y le llamé a mi hijo Pablo quién me encontraría en la ruta y me daría el apoyo logístico. Él ya había partido a mi encuentro y en un par de minutos me alcanzaría. Aproveché para comer algo y elongar los cuadriceps que eran los más afectados. Hasta aquí llevaba pedaleando 90 km. y la dureza del viento me llevó a replantear el continuar con el pedaleo. Pensé andar unos kilómetros más hasta completar los 120 km.
Cuando llegó Pablo comí cosas saladas y tomé un energizante. Le pedí  que se colocara adelante mío para que me cortara el viento y así lo hizo aproximadamente unos 8 km. La velocidad de marcha aumentó a 18 km/hs y por momentos superé los 20 km/hs, pero mis piernas no daban más. Cuando el auto se alejaba un poco, el esfuerzo por mantenerme atrás era muy grande llegando a un estado de agotamiento muscular. Poco antes de llegar a Jocolí, habiendo pedaleado una distancia de 110 km con un tiempo de 6 hs 50 minutos, me tiré a la banquina y desistí de continuar.  Camiones, autos, colectivos iban y venían, el tránsito se complicaba y continuar de esa forma corríamos el riesgo de cometer un accidente.



Cargamos la bici en el auto y continuamos hasta Mendoza haciendo el siguiente planteo: si bien no terminé con lo planeado, el esfuerzo realizado fue mucho mayor: "lo que no mata te fortalece". Y así lo sentí, pues no fracasé por no haber completado los 160 km que unen San Juan con Mendoza; gané en fortaleza  física y espiritual para afrontar otros desafíos.


lunes, 13 de agosto de 2012

Sierras Azules el primer paso



Para las vacaciones de verano tengo pensado hacer un par de desafíos ya sea a nado, bicicleta y de montaña. Para este último con Javier queremos hacer un cerro no muy alto, pero sí con cierto grado de dificultad. En vía de ese objetivo nos hemos propuesto hacer algunos trekking para ir ganando altura, distancia, tiempo, complicación y aumento de carga. El entrenamiento específico vendrá a partir del mes de octubre, ya que en septiembre tengo algunos eventos importantes, fundamentalmente en bici.
Fines de semanas pasados, además de andar en dos ruedas, comenzamos con algunas caminatas cortas y entre ellas el Tres Marías. Esta vez le tocó el turno al Sierras Azules, principal cerro de nuestro futuro entrenamiento.
Nos acompañó Alicia Mengual, compañera de otros trekking, y Alicia Aguiar, con quién integramos el equipo Master de Natación de la "U". Alicia A. invitó a un par de amigas para que nos acompañaran pero nunca pudimos dar con ellas aunque las vimos desde lo alto, pues llegaron tarde al encuentro. Lamentablemente Alicia tuvo que desistir antes de llegar a la Cruz y se quedó esperando a sus amigas.


Alicia M., Javier y yo continuamos nuestro andar parando únicamente para comer y sacarnos algunos abrigos. Todo marchó muy bien, con un día soleado, poco viento, un día maravilloso para disfrutar a cada lado el paisaje que nos brinda estas sierras.
A diferencia de la vez anterior (en abril hicimos este trayecto, http://www.vidaydeporteal100.blogspot.com.ar/2012/04/9-horas-de-trekking.html), en un momento dado en vez de seguir por la derecha, faldeamos el cerro por la izquierda, lo cual nos permitió tener otra visión panorámica del lugar; este sendero igual se unió al que nos llevó al hito de la pared sur. Gracias a este "desvío" pudimos encontrar una piedra que nos llamó la atención el grabado que tenía, nos pareció muy particular y bella a la vez.


Una vez en la cumbre, descansamos media hora, comimos, nos cambiamos de ropa para evitar el enfriamiento y nos abrigamos; tomamos algunas fotos, apreciamos el paisaje en toda su magnitud y emprendimos el regreso, el cual se hizo a un muy buen ritmo.


Llegamos a la base habiendo cumplido con este primer paso en un tiempo total de 8 horas y media (incluido los descansos y las diversas paradas). Los tres terminamos muy contentos y maravillados por la cadencia que llevamos en toda esta caminata; y así quedó demostrado en el abrazo de finalización.