domingo, 27 de mayo de 2012

Champaquí en Mtb

La primera vez que fui al Champaquí fue cuando estudiaba educación física para aprobar la asignatura Vida en la Naturaleza. En aquel momento lo hice en trekking con más de 20 compañeros y desde Mina Clavero haciendo noche en la base de la montaña.
Este cerro es el más alto de la provincia de Córdoba con una altura de 2790 msnm ubicado en el sector conocido como Sierras Grandes. 
Después de 23 años volví al Champaquí pero esta vez en bicicleta y acompañada de mi "viejo" amigo y compañero de viajes Raúl Lucero, y lo  hicimos por la parte occidental, la cual es más escarpada y partiendo desde la localidad Villa Las Rosas; pasando por Los Molles, donde se encuentra una iglesia antiquísima que data del año 1780. Luego por el arroyo Los Molles hasta llegar al lugar denominado Pisano donde atravesamos las plantas conocidas como "tuyas" y desembocamos en el Durazno con casas campestres de los lugareños. 
Luego pasamos una primera tranquera seguida por otro arroyo, la segunda tranquera y llegamos a la casa del suizo después de atravesar nuevamente el arroyo. Aquí nos encontramos a la vera del mismo con plantitas de berros, de salsa mora, con sauces, álamos y nogales.
En todo este trayecto la subida se sentía cada vez más. Poco a poco fuimos cambiando de platos y piñones hasta llegar al máximo en los cambios. La velocidad media fue de 8 km/h. Por momentos se nos hacía intransitable dada la pendiente y/o el pedregal en el camino lo que nos obligaba a bajarnos de la bici y seguir con ella caminando. Esto nos daba la posibilidad de apreciar más este circuito, donde nos encontramos con   mariposas, horneros, loros, catitas, jotes entre otros. En ocasiones se nos perdía el sendero ya que su vegetación era exuberante y nos internábamos en los bosques de helechos,  convirtiéndose en una verdadera aventura.
Este camino es el menos transitado y generalmente lo hacen a pie o a caballo, pero nosotros "tercos" seguimos hasta donde la montaña nos permitió. Nos topamos con un grupo de caminantes quienes no podían creer que lo estuviéramos haciendo en bici. Nos indicaron el camino y llegamos hasta los árboles de "tabaquillos" de gran belleza perteneciente a la familia de las rosáceas, siendo los únicos en la Argentina. Nos encontrábamos a los 2000 msnm y podíamos ver la cima. Estábamos aproximadamente a  3 ó 4 horas de hacer cumbre pero las nubes grises nos obligó a pegar la vuelta. 
El regreso fue mucho más veloz, pasamos de 28 km/h a 35 y 45 km/h según los lugares. Hubieron bajadas que la hice a pie ya que no me animé a encararlas. 
Hicimos un tiempo real de 4 horas, cumplimentando un tiempo total de 6 horas con paradas para sacar fotos, hidratarnos y comer; además de apreciar los paisajes y oler los diferentes perfumes de las aromáticas que encontramos en el camino, entre ellas peperina, poleo, tomillo, chañar, mistol.
Fue una aventura donde se combinó la adrenalina, la emoción, el esfuerzo, el deseo de continuar y ver que bellezas nos deparaba el lugar; el respirar aire puro, las diferentes fragancias; apreciar los colores y sus tonalidades; las variedades de aves; recrearse la vista con todos y cada uno de los paisajes, y regresar con el corazón contento por haber logrado una meta tan anhelada!

Capilla Virgen de Lourdes
Subiendo el Champaquí

Casa del suizo

Árbol de tabaquillo

Atrás el Champaquí

Bosque de helechos
Tomando agua del arroyo

domingo, 20 de mayo de 2012

Cordón El Plata impactante!!!

Hasta ahora todos mis trekking de altura fueron por las montañas de San Juan. Y esta vez no dudé en aceptar la invitación de Luis para hacer una caminata en el Cordón El Plata, que se encuentra a 70 km de la ciudad de Mendoza.
Fuimos Javier, Alicia, Ana Laura, Luis y yo quienes partimos con destino a Vallecitos, y en la localidad Los Zorzales hicimos noche en una confortable cabaña a 3000 msnm. 
Por la mañana y luego de apreciar un espléndido amanecer hicimos unos 14 km en camioneta hasta las pistas de esquí y de ahí caminado rumbo al campamento base del cerro El Plata ubicado a 4200 msnm.
No nos pudo tocar un mejor día para hacer este trekking. Si bien por momentos hubieron ráfagas de viento frío, en general todo el trayecto de ida como el de vuelta fue a buena temperatura y con cielo despejado. 
Al poco andar, el sendero costeó un arroyo donde encontramos diversas formaciones de hielo que llamaba nuestra atención. Pasamos por varios sitios, el primero, la "Veguita", con pasto seco y desde donde ya se podía observar nuestro destino. Uno tras el otro fuimos encarando la pendiente y a medida que avanzábamos debíamos parar para ir sacándonos un poco de ropa. Luis, nuestro guía, prefirió que sea Ana Laura la que marcara  el ritmo de caminata. En este trayecto alcanzamos a dos señores mayores de Mendoza, con los cuales intercambiamos algunas palabras; y así seguimos hasta llegar a "Piedra Grande". En este lugar nos alimentamos e hidratamos y pudimos ver lo que nos esperaba....el "Infiernillo" que bien puesto tiene su nombre ya que se volvió ardua la caminata y hasta tediosa. Aquí también nos encontramos con otros montañistas, entre ellos dos dinamarqueses con quienes entablamos una pequeña conversación. El paisaje nos mostraba montañas con algo de nieve y ya podíamos ver algunos glaciares. A esta altura a Ana Laura le comenzaron a aparecer algunos síntomas de altura, lo que exigió que nuestra marcha se volviera un poco mas lenta. Seguimos paso tras paso pero uniforme nuestro andar. La siguiente parada sugerida por Javier fue en las "Morrenas", comimos maní y papas fritas que nos estimuló a continuar; y el viento frío y la altura nos obligó a abrigarnos. Caminamos lento, pero siempre en forma continua. A Alicia le empezaron a molestar las botas, pero aún así su fuerza de voluntad la llevó a continuar sin claudicar. Llegamos al "Infierno" con una pendiente abrupta y con muchas piedras sueltas. Caminábamos tres o cuatro pasos y debíamos parar para oxigenarnos.  Mientras mis compañeros usaban sus bastones, yo por momentos debí utilizar mis manos para avanzar. Cuando menos lo esperábamos nos encontramos con los glaciares y a poca distancia del campamento "El Salto", aún así fue fastidiosa la marcha. Luis, Alicia y yo fuimos los primeros en llegar a este campamento base y unos minutos mas tarde hicieron lo propio Ana Laura y Javier. Después de cinco hora y media, nuestro abrazo cumbrero fue de mucha emoción para todos y de gran felicidad para Alicia. 
Luego de las fotos de rigor, llegó el turno del almuerzo, que para sorpresa de todos, fue nada mas y nada menos que un espectacular locro, que comimos degustando hasta el último bocado. Desde este lugar  se podía apreciar el lago Potrerillos con su paredón y más allá la ciudad de Mendoza. 
El regreso fue más rápido, pocas paradas y casi sin inconvenientes. Después de dos horas y media llegamos a la camioneta con mucho cansancio, casi sin fuerzas pero con el corazón contento de haber logrado otra meta más.

En la cabaña de Vallecitos

Amanecer

Comienza la caminata

Formaciones de hielo a orillas del arroyo



La Veguita

Piedra Grande

Cordón El Plata

En el campamento El Salto
Equipo cumbrero


sábado, 5 de mayo de 2012

Fin de una etapa...inicio de una nueva!

Casi sin darme cuenta llegó a su fin el curso de kayak, pero con él, el inicio de una nueva actividad que día a día cautiva mi atención y hace volar mi imaginación para atravesar lagos, diques, ríos, aguas ...... en busca de nuevos desafíos.
Por ser la última clase fue la mejor no sólo por el día maravilloso que se presentó, sino además por la calidez del agua y mi disposición para remar. Lo hice con soltura, sin miedos, con determinación a la hora de hacer los "ferris", con tranquilidad y seguridad cuando tuve que ir a favor de la corriente y cuando tuve que remontar el río. Me sentí muy a gusto y confiada de mis movimientos. Y con la autoestima arriba con el aliento de Sergio que en toda ocasión aprobaba cada remada y accionar en el kayak. 
Queda mucho por aprender, falta práctica con el remo que lo iré consiguiendo en las sucesivas clases que tomaré en invierno en la pileta. Pero segura estoy que lograré cumplir, en algún momento, este sueño de navegar remando grandes distancias. Me esperan nuevos retos, y uno de ellos es con el kayak!





miércoles, 2 de mayo de 2012

La Sal con sabor a adrenalina!

Quién dijo que ir a la Sal es pan comido???? 

Cerro La Sal a 1700 msnm

La Sal es un cerro ubicado en el departamento de Ullúm a 40 km de la ciudad de San Juan. Llegamos a hacer campamento a unos 8 km de la ruta y muy cerca de la mina que explotaba este material. Fue una noche totalmente despejada, con un cielo maravilloso, luna y estrellas para apreciar. Fuimos seis los acampantes: Luis, María Eugenia, Javier, Alicia, Diego y yo, quienes nos distribuimos las tareas, así pues armamos el domo, recolectamos leña para el asado, preparamos las ensaladas, pusimos la mesa. Comimos con música espléndida y pasamos una noche a pura risa.

Camino a la Sal

Armando el domo

Recolectando leña

Preparando el asado

Campamento 
Ya de mañana temprano y después de apreciar el amanecer, desayunamos y preparamos la mochila para emprender la subida a la Sal.
Nos internamos por una quebrada que nos llevó directamente a las ruinas de la mina, y a partir de ahí comenzó un gran ascenso que en su mayoría fue con los cuatro agarres. El terreno muy pedregoso y suelto, más la pendiente abrupta hicieron que todos nuestros sentidos estuvieran puestos en la escalada del cerro. Por momentos y cuando el suelo lo permitía nos deteníamos a tomar unas fotos. Hicimos una parada para reconocer las montañas a nuestro alrededor: el Negro y el América, el cerro Blanco, el Sierras Azules, las Sierras  Dehedesa, el Santa Rosa, el dique Punta Negra, etc. Por momentos nos resbalábamos, perdíamos el equilibrio y hasta nos caimos recibiendo algunos raspones. Esto nos llevó a tomar más precaución y a mantenernos todos cerca. Después de un gran esfuerzo llegamos los seis tomados de la mano a la cumbre de la Sal y con gran alegría nos saludamos reconociendo que fue una subida bien picante.
Descansamos, comimos y nos hidratamos e inmediatamente emprendimos el descenso que fue más complicado que la subida. Hubieron partes que no sabíamos donde poner los pies, las piedras se desmoronaban, bajábamos de espaldas por lo difícil del terreno. A esta altura ya se habían armado grupos de dos, donde los varones nos ayudaban a las chicas para realizar el descenso. El sendero por momentos se nos perdía, pues al ser un cerro poco frecuentado se habían borrado las huellas (el testimonio de cumbre indicaba que el último contingente lo subió hace un año). Llegamos a la quebrada y nos esperaba una subida tediosa hasta el campamento. El descenso nos llevó más tiempo que el ascenso, cumplimentando un tiempo total de trekking de 5 horas 15 minutos.
Esta caminata fue de mucha adrenalina, donde el corazón bombeaba a diez mil, la angustia y el miedo asomaron a la hora de enfrentar las dificultades, donde la camaradería se puso a prueba y el compañerismo no dejó de existir.

Amanecer

Diego, Alicia, Eugenia, Luis, Beatriz, Javier

Por la quebrada

Mina abandonada

Vista del dique Punta Negra

Equipo cumbre