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| Vista de la Montaña de la Mesa flanqueada por el Pico del Diablo a la izquierda y la Cabeza de León a la derecha. (Imágen de Google) |
Dejamos para el último día el treeking a la Montaña de la Mesa, como frutilla de nuestro viaje.
Las hijas de Alejandro lo hicieron usando el telesférico, mientras que Alejandro, su Sra., Walter y yo preferimos hacerlo caminando.
La Montaña de la Mesa, de cima plana, domina la Ciudad del Cabo en Sudáfrica, convirtiéndose en un símbolo representativo de la ciudad: y es una de las Siete Maravillas naturales del mundo.
La cima en forma de mesa de la montaña normalmente está cubierta por nubes, donde la humedad se condensa formando el llamado "Mantel" de nube; y que tiene una elevación aproximada de 1.085 m.
Empezamos nuestro treeking por un sendero bien marcado y a penas unos minutos de ascenso ya comenzamos a apreciar la maravillosa vista urbana.
Walter, que nunca hizo este tipo de actividad, fue el que se adelantó por el sendero. Alejandro, Ale y yo nos demoramos pues nuestros cuerpos comenzaron a sentir calor y debimos sacarnos algunos abrigos. Llegamos a un cruce y decidimos ir por el de la derecha, pero al poco andar, un corredor nos advirtió que regresáramos porque íbamos por el camino más complicado y peligroso. Regresamos y seguimos la ruta más marcada. Cada tanto en las rocas se encontraban "piecitos" indicando la dirección del camino.
De a poco comenzó a ponerse dificultoso, ya que debimos trepar piedras muy grandes y ayudarnos con piernas y manos.
De pronto nos encontramos con Walter quién no pudo llegar a la cima por la dificultad del sendero. Él junto con Ale decidieron descender, mientras que Alejandro y yo continuamos nuestro andar.
Por momento se nos perdían los "piecitos" y debíamos mirar con atención las rocas. Tuvimos que sortear escaladas, agarraderas, cadenas para poder trepar; y hasta Alejandro me tuvo que ayudar en dos ocasiones para poder seguir.
De pronto, nos encontramos con otra vista, el océano Atlántico en su inmensidad y el otro lado de Ciudad del Cabo.
A partir de ese momento el camino más tranquilo nos permitía apreciar la vegetación del lugar.
Alejandro se adelantó y fue el primero en llegar a la cima. Y después de observar la vista panorámica en 360° nos encontramos con sus hijas: Mariu y Flor.
Tardamos aproximadamente 2 horas y media.Y si fue dificultoso subir, bajar era peor, por eso decidimos hacerlo en el telesférico junto a sus hijas.
Ver la montaña desde abajo ocasiona un deseo de conquistarla, ya que parece sencillo su ascenso, sin embargo la subida resultó algo difícil.
Haber hecho la Montaña de la Mesa, donde por momentos reinó el temor, fue algo fascinante, ya que desde la imponente cima se observa toda la Ciudad del Cabo.
Sólo palabras majestuosas para una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo.
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| Telesférico |
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| Ale Aubone ascendiendo el Table Mountain |
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| Walter todo un montañista |
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| Alejandro Coto en la cima de Table Mountain |
