Luego de un año de entrenamiento riguroso, el pasado 09 de septiembre participé, en la Ciudad de Chattanooga, Tenneesse, EEUU del Mundial de Ironman 70.3 con la participación de más de 1700 mujeres y más de 2300 varones representando a 90 países.
Los 1900 mts de natación se realizó sobre el río Tennessee, siendo el nado contra la corriente en su mayor parte del circuito. Luego el curso de los 90 km de bicicleta se realizó por la ciudad antes de comenzar la subida de más de 5 km por la montaña Lookout con vistas increíbles desde la cima. Un descenso rápido por una autopista, atravesando Chickamauga, en el estado de Georgia para luego emprender el tramo final de regreso al centro de Chattanooga. Circuito con ondulaciones prolongadas, curvas, contracurvas, dobladas en "U" y una ganancia total de elevación para este tramo de más de 1000 mts. La parte pedestre de 21 km se realizó por la ciudad completando 2 vueltas por el centro, por el paseo del río Tennessee, por el puente de los veteranos, la orilla del norte, el puente de la calle de la nuez, por lugares maravillosos y con el caluroso aliento de la gente. En esta ultima disciplina se obtuvo una ganancia de elevación total de aproximadamente 297 mts.
A las 7.30 de la mañana se puso en marcha la carrera con la largada de natación de las damas elite; luego siguió el group age largando las diferentes categorías cada 8 minutos y dentro de ello por tiempos de carrera que se realizaron cada 3¨. Mi categoría largó a las 8.35 en un río de aguas turbias, cálida y limpia. Se pasó por tres puentes y fueron varios los colaboradores en kayak que cuidaron de nuestra integridad. Cortar la corriente, nadar en contra la corriente y luego en diagonal río a favor hasta el lugar de la llegada me demandó un gran esfuerzo a tal punto que salí del agua con los brazos adoloridos. Personas ayudando en la salida y otras colaborando con el sacado del traje de neopreno y el aliento constante ya ponían en juego mis emociones. Durante la transición 1 otro grupo de personas ayudando y alentando en forma permanente daban muestra de la camaradería del personal de apoyo.
Los 90 km de bici fueron de terror. La subida a la montaña Lookout fue abrupta, muy empinada e interminable. A tal punto que algunas triatletas se bajaron de la bicicleta y la hicieron caminando. Otras con mejores rodados y mayor multiplicaciones subían a ritmo parejo. El mío fue lento y parada en los pedales dándole ritmo al pedaleo. Las bajadas también eran complicadas pues curvas y contracurvas se sucedían al igual que las ondulaciones prolongadas. Fue un circuito muy trabado donde pocas veces pude acoplarme. Por momentos se sentía el viento y por otros se encaraba el circuito a gran velocidad.
La transición 2 fue más rápida aunque tardé varios kilómetros en recuperarme pues comencé el trote con dolor de brazos y cuello producto del esfuerzo que realicé tanto en el agua como en la bici. Fue un circuito muy entretenido pero igual o más exigente que las otras dos disciplinas. Luego de bordear el río comenzaron las cuestas, su ondulación parecía un electrocardiograma, pero la belleza de su recorrido, los diferentes pisos por los que corrimos y el aliento del público, hizo que la carrera no se sintiera tan dura. Tuve muchos momentos de emoción pero el mayor donde me saltaron las lágrimas fue en uno de los puestos de abastecimientos donde chicos en sillas de ruedas y con problemas neurológicos nos esperaban sonrientes, con vasos con agua o con frutas o hielos y estirando los brazos para recibir una palmada en las manos.
Luego de realizar la segunda vuelta llegó la tan ansiada alfombra roja: 200 mts de adrenalina, 200 mts de emoción por ver el arco de llegada, 200 mts para dar por finalizado todo un trabajo de muchos meses de esfuerzo y dedicación y que culminó con las brazos levantados al cielo en signo de gratitud por cumplir con este sueño.....el de haber participado y culminado un gran Mundial!
Agradecimientos: éste Mundial no pude haberlo realizado sin la colaboración de mucha gente que estuvo presente con diferentes gestos, desde la realización de un té bingo, con su correspondiente donación de mercadería, regalos, préstamo de una casa, inversión de tiempo y esfuerzo para llevarlo a cabo; alcancías y juntada de dinero de distintos grupos de amig@s. Es por ello que tengo que agradecer profundamente a los siguientes grupos: "UNIDASPORBEA", "Lion Team", "Pileteros", "Diqueros", "Chicas Sexis", Silvia (dueña del quiosco del Colegio Modelo), compañeros de trabajo de los Colegios Andacollo y Modelo.
A mi Profe Pedro León por su planificación de un entrenamiento pensado y adaptado a mis condiciones. Guadalupe de los Ríos por ser la mentora del evento y las gestiones realizadas ante los medios de prensa. Walter Manrique por prestarme las ruedas y acompañarme en los últimos entrenamientos. A mi hermana Ingrid que viajó desde Córdoba para cuidar de mi casa y estar con mis hijos. A mis hijos por aguantar mis ausencias y los cansancios. A mi flia, en especial mi padre, que me regaló dinero para poder concretar este viaje.
A la Secretaría de Deportes de la Provincia de San Juan, a mis compañeros de trabajo, colegas, amigos y conocidos que confiaron y dieron su palabra de aliento.
A mis tíos Carlos Aliaga, Alicia y Susana Conte-Grand por llevarme y traerme al Aeropuerto de Mendoza y por el recibimiento que me hicieron.
A todos y a cada uno gracias, gracias, gracias!!!
