lunes, 13 de agosto de 2012

Sierras Azules el primer paso



Para las vacaciones de verano tengo pensado hacer un par de desafíos ya sea a nado, bicicleta y de montaña. Para este último con Javier queremos hacer un cerro no muy alto, pero sí con cierto grado de dificultad. En vía de ese objetivo nos hemos propuesto hacer algunos trekking para ir ganando altura, distancia, tiempo, complicación y aumento de carga. El entrenamiento específico vendrá a partir del mes de octubre, ya que en septiembre tengo algunos eventos importantes, fundamentalmente en bici.
Fines de semanas pasados, además de andar en dos ruedas, comenzamos con algunas caminatas cortas y entre ellas el Tres Marías. Esta vez le tocó el turno al Sierras Azules, principal cerro de nuestro futuro entrenamiento.
Nos acompañó Alicia Mengual, compañera de otros trekking, y Alicia Aguiar, con quién integramos el equipo Master de Natación de la "U". Alicia A. invitó a un par de amigas para que nos acompañaran pero nunca pudimos dar con ellas aunque las vimos desde lo alto, pues llegaron tarde al encuentro. Lamentablemente Alicia tuvo que desistir antes de llegar a la Cruz y se quedó esperando a sus amigas.


Alicia M., Javier y yo continuamos nuestro andar parando únicamente para comer y sacarnos algunos abrigos. Todo marchó muy bien, con un día soleado, poco viento, un día maravilloso para disfrutar a cada lado el paisaje que nos brinda estas sierras.
A diferencia de la vez anterior (en abril hicimos este trayecto, http://www.vidaydeporteal100.blogspot.com.ar/2012/04/9-horas-de-trekking.html), en un momento dado en vez de seguir por la derecha, faldeamos el cerro por la izquierda, lo cual nos permitió tener otra visión panorámica del lugar; este sendero igual se unió al que nos llevó al hito de la pared sur. Gracias a este "desvío" pudimos encontrar una piedra que nos llamó la atención el grabado que tenía, nos pareció muy particular y bella a la vez.


Una vez en la cumbre, descansamos media hora, comimos, nos cambiamos de ropa para evitar el enfriamiento y nos abrigamos; tomamos algunas fotos, apreciamos el paisaje en toda su magnitud y emprendimos el regreso, el cual se hizo a un muy buen ritmo.


Llegamos a la base habiendo cumplido con este primer paso en un tiempo total de 8 horas y media (incluido los descansos y las diversas paradas). Los tres terminamos muy contentos y maravillados por la cadencia que llevamos en toda esta caminata; y así quedó demostrado en el abrazo de finalización.