Hace días que venimos entrenando con Ana, Francisco, Martín y Luis con carga para poder realizar el C° El Plata en la vecina provincia de Mendoza.
Este cerro forma parte del Cordón del Plata, cuya cumbre se encuentra a 6.000 msnm y es el cerro más vistoso y alto de esta parte de la cordillera de los Andes, ubicado en los departamentos Tupungato y Luján de Cuyo.
Todos teníamos la plena convicción que estábamos preparados para hacer cumbre y convertirse en nuestro primer 6.000. Pero a último momento por cuestiones de salud Ana no pudo acompañarnos.
A 3.200 msnm, se encuentra el Centro de esquí Vallecitos y hasta allí
llegamos para tratar de hacer cumbre en este importante cerro.
Luego de descansar en un refugio, emprendimos nuestra caminata hacia el campamento "El Salto" ubicado a 4.500 msnm. Nuestro andar fue lento ya que ibamos en permanente ascenso y con mochilas con cargas de más de 12 kg.
El tránsito fue numeroso, varias expediciones que iban hacia el campamento base y otras que regresaban a Vallecitos. Este fluir de personas nos llamó la atención pues no estamos acostumbrados a ver tanto movimiento de gente en las montañas.
Llegamos a "Las Veguitas" y nos encontramos con algunas carpas. El pasto verde, el correr del arroyo con aguas cristalinas y espumosa, el volar de alrededor de 10 cóndores, animales pastando y el Cordón del Plata en el fondo fue nuestro primer deleite en el ascenso.
Uno tras otro fuimos encarando la pendiente con paradas pasajeras y cada tanto para descansar nuestros hombros. Llegó nuestra primer parada en "Piedra Grande". Acá nos sacamos las mochilas, descansamos, comimos y entablamos conversación con Maximo Kausch, quien preparaba el campamento para gente de Brasil que los guiaba a hacer cumbre al C° El Plata. A pesar de su corta edad, es un montañista que ha realizado gran parte de la cordillera de los Andes y hasta el Himalaya. Un groso de la montaña!
Luego sigue "El Infiernillo" y posteriormente "El Infierno", zonas de mucha pendiente, con piedras y tierra sueltas. Este tramo debíamos hacerlo parando cada 30 o 40 pasos para poder oxigenarnos. El corazón latia rápido, pero sabíamos que estábamos muy cerca de nuestro primer objetivo. Ya los glaciares estaban a nuestro alcance y los manchones de nieve en los cerros colores ocres daban un paisaje pintoresco.
Una pendiente abrupta, doblamos a la izquierda y ahí estaba el campamento base, con mucho colorido pues las carpas de diferentes colores le daban un atractivo especial al "Salto".
Tardamos 7 horas en llegar y donde pudimos armamos nuestras carpas. Nuestro guía, Luis, hizo la distribución de las carpas: él con Martín en la más chica; y Francisco y yo en la más grande.
Mis compañeros dialogaron con las diferentes expediciones; de Suiza, Italia y hasta con una delegación de nuestra provincia integrada por: Renato Anzorena, Gerardo Padin, Edgardo Saavedra, Carlos Recalde, Atilio De Giovannini; mientras yo en la carpa me dediqué a descansar.
Comimos temprano, aún con luz solar, pues nuestro plan incluía levantarnos a las 2 de la mañana, desayunar y emprender hacia la cima sólo con la mochila de ataque.
Sabíamos que era una tirada larga, que nos demandaría alrededor de 16 hs. Luego dormiríamos en el campamanto base y al otro día regresaríamos a Vallecitos.
Todo estaba a nuestro favor: la luz de la luna llena, una noche fría pero muy agradable, hasta el pronóstico del tiempo indicaba día soleado casi nada de viento.
Una y media de la mañana nos despertamos con Francisco y se podía ver a traves de la carpa la luminosidad de la luna; nos quedaba media hora más para descansar.
En eso sentimos llegar una ola de viento sur que ladeó nuestra carpa y a partir de ahí comenzó nuestra lucha contra el viento. Ráfagas de más de 100 km/hs azotaban la carpa. El viento enfurecido nos levantaba y nos corría del lugar. La carpa se movía para todos lados y la tierra cincundaba dentro de ella. El frío también acompañó esta inclimencia y fue una verdadera pugna que tuvimos con la correntada de aire enardecido.
Fueron 4 horas ininterrumpidas en estas condiciones y recién a las 6 de la mañana el viento comenzó a amainar.
A las 7 am salimos de la carpa y nos encontrabámos a metros del abismo. Gracias a que Luis y Martín aseguraron con piedras muy pesadas la carpa, no fuimos a parar al vacío.
El día se presentó maravilloso, según lo indicó el pronóstico, pero a esa altura de la mañana los tiempos no daban para hacer cumbre y regresar al "Salto".
Al igual que nosotros, la mayoría de los montañistas, incluidos nuestros comprovincianos, decidieron levantar campamento y descender.
Esta severidad del tiempo estaba dentro de las probabilidades que teníamos, pero nunca pensamos que nos podía suceder y fustrar nuestro intento.
Regresamos a Vallecitos después de 3 horas y media de marcha, resignados por lo acontecido pero felices porque este traspié nos unió más como grupo, porque tenemos otra experiencia más para contar, porque forjó nuestro temple y porque sabemos que El Plata siempre estará esperándonos para darnos revancha.
Piedra Grande |
Con Maximo Kausch |
Campamento El Salto |
Armando campamento |
Después del ventarrón. A metros del abismo |