lunes, 16 de julio de 2012

Senderismo por las Sierras de las Quijadas

En estas vacaciones de invierno también conocí el Parque Nacional Sierras de las Quijadas en la provincia de San Luis, que protege los recursos culturales y paleontológicos del lugar.

Entrada al Parque

Esta visita la hice con Javier, con quien llegamos al Parque y a la vera del camino encontramos vestigios de asentamientos de posibles poblaciones originarias que fabricaban cerámicas con la arcilla del lugar. Luego de conversar con los guías, hicimos la primer caminata por el Sendero de los Miradores, que nos presenta un escenario imponente: acantilados recortados, con el vuelo de algunos cóndores, desierto y vegetación espinosas dan el marco de magnífica belleza atrapando nuestras miradas.


Este recorrido nos llevó 45 minutos, llegamos al estacionamiento, cominos y preparamos las mochilas mientras esperábamos nuestros guías. 
La segunda caminata fue hasta Las Huellas del pasado, siendo dos chicas las que nos guiaron. Caminamos por el desierto, contemplamos el llano y la inmensidad, bajamos por una quebrada y llegamos a Potrero de la Aguada: los troncos y raíces fosilizados, las galerías dejadas por gusanos y huellas de dinosaurios nos llevan a imaginar la vida en este lugar en un ayer muy lejano. 
Esta caminata fue moderada con un tiempo aproximado de hora y media de marcha.


Excremento fosilizado de un gusano

Huella de dinosaurio



Luego de descansar una media hora emprendimos la tercer y última caminata a Farallones. Fuimos ocho los turistas que lo recorrimos acompañados por Carlos, el guía para esta excursión de 8.500 mts, en el que teníamos que desnivelar 200 mts en un recorrido de 1500 mts. Este treking fue más exigente con un tiempo aproximado de ejecución de 4 horas y media.
Caminamos por terrenos con pendientes, cornisas,  cruzando ríos secos, todo a nuestro alrededor de color rojizo tallado por el constante proceso erosivo. En el camino nos encontramos con cuatro guanacos, y nuevamente los cóndores volando en círculo; se veían huecos en la tierra, madrigueras y en las paredes de las sierras cuevas. La zona es muy árida, la vegetación es escasa predominando la "chica", el retamo, cactus, jarillas y quebrachos entre otros, delimitando un inmenso anfiteatro natural.


Cuevas en las paredes

Guanacos
Seguimos nuestros andar haciendo recobecos y llegamos a los Farallones de entre 200 a 300 mts de altura, todos de color rojizo, donde se visualizan las más variadas geoformas producidas por la erosión del viento y de las aguas a través de los siglos. Éstos, más los acantilados y las cornisas se suceden unos a otros, formando un paisaje sorprendente.
Luego de las fotos de rigor regresamos en tres horas, siendo un tiempo de marcha muy bueno, teniendo en cuenta las variadas paradas para conocer, admirar y disfrutar el legado de la naturaleza. 

Los Farallones