domingo, 2 de junio de 2013

Sábado en la rutera. Domingo de Treking

Este fin de semana estaba programada andar en bici de ruta el día sábado, con la idea de entrenar en la montaña, pero el viento Zonda nos obligó a cambiar los planes. Mientras que el domingo, tenía pensado hacer un treking por el Cerro Barboza, cosa que se cumplió, pero en la tarde-siesta quería salir en la bici de mountain con mi amigo Edu. Éste último no lo pude concretar ya que terminé muy tarde con la caminata.

Nos juntamos como siempre en la plaza de Desamparados, Fredy, Pedro, Eduardo y yo y ante las inclemencias del tiempo decidimos dar la vuelta a Ullúm por calle Las Moras en forma tranqui. Tranqui para ellos que son triatletas pero para mí fue algo exigente, pues tuve que esforzarme para mantenerme a rueda con ellos. Hubieron momentos que Pedro me empujaba para no alejarme tanto. El día estaba muy pesado, pero aún así nos encontramos con grupos de bikers pedaleando. Tanto en las subidas como en las bajadas mis compañeros se alejaban pero siempre me esperaban. Anduvimos 70 km a un promedio de 26.2 km/hs y alcanzando una velocidad máxima en el paredón de 60 km/hs. 

El treking del domingo fue con nuevos amigos: Sergio, Valeria, Federico, Sabrina, Lucas y yo. Fuimos al Cerrillo Barboza (hace un par de meses fui con otro amigo a este cerro  en bici, pero sólo llegamos hasta la antena y Virgen http://vidaydeporteal100.blogspot.com.ar/2012/11/rural-bike-al-barboza.html) Esta vez el acercamiento lo hicimos en auto, caminamos aproximadamente dos kilómetros entre fincas de olivares, pasamos por alambrados que delimitan los terrenos y empezamos a subir el cerro hasta llegar a la Virgen. Desde este lugar podíamos ver a donde queríamos llegar: la cumbre más alta del Barboza.
La huella nos llevó directamente a ella, aunque por momentos la perdíamos. Era evidente que no es un cerro frecuentado y luego entenderíamos el porque. Pasamos por algunos filos, trepadas abruptas y bajadas complicadas; con un terreno de piedra laja que dificultaba nuestro andar. Es un cerro para nada seguro y lo hicimos, como dice el dicho, "despacito por las piedras". Algunos lugares lo tuvimos que pasar pegaditos al cerro para evitar desbarrancarnos. Llegó un momento que nos separamos: Sergio y yo tomamos la delantera y los demás se quedaron más atrás. Comenzó un descenso escabroso el cual lo hice prácticamente sentada. Cuando estábamos bajando por él nos habló Federico avisando que regresarían. Con Sergio decidimos continuar. La subida que nos quedaba era muy empinada con un acarreo de piedras sueltas que nos hacía retroceder. Tuvimos que colocarnos al lado del cerro para poder ayudarnos con las rocas. Así mano, mano, pie, pie llegamos al portezuelo en un gran esfuerzo. Nos tomamos unos minutos para descansar y emprendimos la subida final hasta la cumbre. Nos dimos el abrazo cumbrero, sacamos las fotos que atestiguan nuestra proeza e inmediatamente regresamos. Me llamó la atención que no encontramos el testimonio de cumbre y nosotros tampoco dejamos uno.
Regresamos sobre nuestras pisadas y desde arriba pudimos ver a nuestros compañeros ya en la calle de tierra. El acarreo lo hicimos agachaditos, como si estuviéramos bajando un tobogán. Nos metimos por una quebrada y entre charla y charla llegamos a la calle de tierra que nos conduciría al camino de regreso donde dejamos el auto. Nos internamos en las fincas y pudimos ver a nuestros compañeros. Sergio les grito y ellos nos esperaron; y así todos juntos volvimos sin inconvenientes.

Inicio de la caminata



Caminando entre fincas


Ascenso del Barboza

Virgen del Cerrillo

Camino a la cumbre


Punto más alto del Cerro Barboza

Feliz cumbre!