miércoles, 2 de mayo de 2012

La Sal con sabor a adrenalina!

Quién dijo que ir a la Sal es pan comido???? 

Cerro La Sal a 1700 msnm

La Sal es un cerro ubicado en el departamento de Ullúm a 40 km de la ciudad de San Juan. Llegamos a hacer campamento a unos 8 km de la ruta y muy cerca de la mina que explotaba este material. Fue una noche totalmente despejada, con un cielo maravilloso, luna y estrellas para apreciar. Fuimos seis los acampantes: Luis, María Eugenia, Javier, Alicia, Diego y yo, quienes nos distribuimos las tareas, así pues armamos el domo, recolectamos leña para el asado, preparamos las ensaladas, pusimos la mesa. Comimos con música espléndida y pasamos una noche a pura risa.

Camino a la Sal

Armando el domo

Recolectando leña

Preparando el asado

Campamento 
Ya de mañana temprano y después de apreciar el amanecer, desayunamos y preparamos la mochila para emprender la subida a la Sal.
Nos internamos por una quebrada que nos llevó directamente a las ruinas de la mina, y a partir de ahí comenzó un gran ascenso que en su mayoría fue con los cuatro agarres. El terreno muy pedregoso y suelto, más la pendiente abrupta hicieron que todos nuestros sentidos estuvieran puestos en la escalada del cerro. Por momentos y cuando el suelo lo permitía nos deteníamos a tomar unas fotos. Hicimos una parada para reconocer las montañas a nuestro alrededor: el Negro y el América, el cerro Blanco, el Sierras Azules, las Sierras  Dehedesa, el Santa Rosa, el dique Punta Negra, etc. Por momentos nos resbalábamos, perdíamos el equilibrio y hasta nos caimos recibiendo algunos raspones. Esto nos llevó a tomar más precaución y a mantenernos todos cerca. Después de un gran esfuerzo llegamos los seis tomados de la mano a la cumbre de la Sal y con gran alegría nos saludamos reconociendo que fue una subida bien picante.
Descansamos, comimos y nos hidratamos e inmediatamente emprendimos el descenso que fue más complicado que la subida. Hubieron partes que no sabíamos donde poner los pies, las piedras se desmoronaban, bajábamos de espaldas por lo difícil del terreno. A esta altura ya se habían armado grupos de dos, donde los varones nos ayudaban a las chicas para realizar el descenso. El sendero por momentos se nos perdía, pues al ser un cerro poco frecuentado se habían borrado las huellas (el testimonio de cumbre indicaba que el último contingente lo subió hace un año). Llegamos a la quebrada y nos esperaba una subida tediosa hasta el campamento. El descenso nos llevó más tiempo que el ascenso, cumplimentando un tiempo total de trekking de 5 horas 15 minutos.
Esta caminata fue de mucha adrenalina, donde el corazón bombeaba a diez mil, la angustia y el miedo asomaron a la hora de enfrentar las dificultades, donde la camaradería se puso a prueba y el compañerismo no dejó de existir.

Amanecer

Diego, Alicia, Eugenia, Luis, Beatriz, Javier

Por la quebrada

Mina abandonada

Vista del dique Punta Negra

Equipo cumbre