domingo, 10 de agosto de 2014

Vuelta al Sierras Azules

Después de seis horas con diez minutos dimos por finalizada nuestro treking del día.
Es que esta vez fuimos con Francisco a las Sierras Azules, que se encuentra en el departamento de Zonda a 20 km de la ciudad de San Juan.
Su altura alcanza casi los 1.800 msnm y es de dificultad exigente desde el inicio de la caminata.
Muy pocas paradas tuvimos, aunque el ritmo por momentos fue lentos dada la exigencia de la pendiente; la cual es de permanente subida, con poca vegetación y muchas piedras de diferentes tamaños. Tardamos dos horas con cinco minutos en llegar a la cima, desde donde se puede apreciar el valle de Zonda, el dique de Ullúm, las Sierras Chicas de Zonda, el cordón montañoso del Párkinson, el Blanco de las Cuervas y el Santa Rosa entre los más importantes.
Hicimos una parada para comer e hidratarnos y también para descansar de este difícil ascenso, el cual se vio reflejado en el cansancio de mis piernas; pero una vez recuperada nuestras energías comenzamos el descenso con viento frío que nos obligó a abrigarnos.
Pero la bajada no la hicimos por el mismo lugar; sino que encaramos por una ruta desconocida para nosotros y de gran belleza en su paisaje. El regreso lo hicimos por una huella que se encuentra al oeste de la cima y que continúa por el lomo del cerro con la vista hacia la precordillera. El descenso no es tan abrupto como la subida normal del Sierras Azules y la vegetación es mayor con predominio de jarilla, algarrobo, cactus, aloes, retamos y algunos ajenjos.
Durante el descenso podíamos contemplar las magestuosas montañas que teníamos en frente; también veíamos el sendero que se perdía  entre los arbustos y que aparecía a lo lejos. Esta huella se encuentra bien marcada y con pisadas de caballos. El sendero comenzó a faldear el cerro y de a poco cambió hacia el norte. Luego continúa en una quebrada estrecha con paredones a los costados, que a medida que desciende se empieza a ensanchar hasta que de repente dobla a la derecha justo al pie del Cerro Blanco.
Una pequeña subida y pudimos ver la construcción del dique Punta Negra. A partir de ahí continúa el descenso teniendo a la derecha el Sierras Azules y a la izquierda el Cerro Blanco. Caminamos por un pasadillo de piedras blancas con arena también blanca hasta que de a poco se desvía el sendero alejándonos progresivamente del Cerro Blanco.
Ya la huella es más ancha y desemboca en un callejón que está al lado de un canal en el que circulaba agua cristalina. Esta calle nos llevó de regreso al punto de partida. Como se puede apreciar dimos una vuelta al Sierras Azules, cuya caminata de regreso fue mayor a la de la subida ya que tardamos cuatro horas en volver.
Al término de nuestra aventura con Francisco nos sentimos totalmente satisfechos por haber realizado un camino desconocido, sin guía y con paisajes bellísimos de nuestras montañas.

Ruta normal del Sierras Azules

Ascenso al Sierras Azules


Cumbre del Sierras Azules

Sendero margen oeste del Sierras Azules





Quebrada previa al C° Blanco


Vista del Dique Punta Negra

Atrás el C° Blanco

Sendero de piedras y arenas blancas

A una hora del fin de la caminata