sábado, 16 de junio de 2012

A la Difunta Correa por la senda del peregrino

Hace justamente un año fui a la Difunta Correa en bici. Aquel día hizo frío y estuvo nublado. Hoy, volví nuevamente acompañada de mi amigo Edu y tuvimos las mismas condiciones climáticas.
Nuestro recorrido fue por el camino del peregrino, una bicisenda creada hace poco tiempo para que puedan ir por ahí no solo las bicicletas sino también lo caminantes que van a cumplir su promesa a la Difunta. Esta vía es una calle más al costado de la ruta totalmente pavimentada y señalizada, pero absolutamente segura ya que no hay tránsito de vehículos en ella.
Tanto en la ida como en la vuelta no nos encontramos con otros ciclitas, sólo un par de peregrinos. Claro está que todos los bikers estaban en la carrera de la Copa Sram, cuyo circuito se desarrolló en Ullúm.
Nuestro andar fue moderado teniendo en cuenta que de ida es casi todo subida. Un promedio de 20 km/h fue nuestro andar, hasta llegar a la Cuesta de las Vacas cuya pendiente se hace sentir. Aquí se veían los camiones mermar la marcha y hasta se sentía la exigencia de los motores. Nosotros por momentos nos parábamos en los pedales para no sentir en nuestra piernas esta demanda de esfuerzo. Así todo lo subí en plato 2 y con un poco más de la mitad de los piñones, por lo que me siento que he mejorado muchísimo con respecto al mismo trabajo de hace un año.
Llegamos a la localidad de Vallecito donde se encuentra el Santuario de la Difunta y se podía apreciar el olor a los asaditos que hacen los visitantes que se quedan por más tiempo. Con nuestras bicis subimos hasta el mismo templo donde los creyentes le prenden vela y dejan diferentes ofrendas.
Emprendimos el regreso ya más aliviados pues en la vuelta solo se tiene que trepar esta famosa cuesta y todo lo demás es bajada. Nuestro andar fue más rápido, circulábamos a 28, 30 km/h y por momentos alcanzamos los 45 km/h. A 6 km de llegar al final de la bicisenda pinché la rueda delantera, pero con la habilidad de Edu en pocos minutos continuamos nuestro andar. En este punto se comenzó a sentir más el frío y yo el cansancio en los cuadriceps.  
Tres horas y cuarto fue el tiempo total empleado en los 64 km de pedaleo. Más que satisfecha estoy pues si bien sentí a último momento el esfuerzo en mis piernas; el tiempo empleado, la cadencia de pedaleo, la multiplicación usada en la cuesta, la recuperación después del brío fue superior a lo esperado.


Bicisenda 







Santuario de la Difunta Correa


 http://www.visitedifuntacorrea.com.ar/turismo/index.php para conocer sobre la Difunta Correa.