martes, 15 de enero de 2013

La Difunta Correa nuestra salida del día

La última vez que fui a la Difunta Correa   fue en junio del 2012 y lo hice con mi amigo Edu. http://vidaydeporteal100.blogspot.com.ar/2012/06/la-difunta-correa-por-la-senda-del.html. Esta vez lo hice con Jorge, que nos reencontramos con las salidas después de nuestra travesía Pedernal-Barreal-Uspallata.
Este santuario se encuentra en el departamento Caucete, en la localidad de Vallecito distante a unos 63 km de la ciudad de San Juan y a 32 km de la villa cabecera. (para saber más sobre su historia  http://www.visitvedifuntacorrea.com.ar/la-historia/)
Eran casi las 8 de la mañana cuando empezamos a pedalear por la ciclovía, totalmente pavimentada, que nos lleva directamente a este paraje. 

                

A penas salimos yo me adelanté ya que Jorge se demoró colocándose los auriculares. Me alcanzó en el km 8 y me puse a rueda hasta los 16 km. A partir de ahí mi compañero empezó a sacarme distancia. Cabe destacar que todo este trayecto es una suave subida hasta Las cuestas de las Vacas donde la pendiente es mayor, llegando a las 833 msnm.
Desde nuestro inicio hasta el fin del recorrido lo  hice en plato 3 y sólo utilicé el penúltimo piñón en las cuestas de mayor exigencia parándome cada tanto sobre los pedales. Traté de no bajar los 20 km y así fue que mantuve un promedio de 23.4 km/hs.
Jorge me esperó sólo una vez tanto de ida como de vuelta. El tardó 1 hora 18 en llegar al santuario y yo 1 hora 20 minutos. Una vez allá subimos a rezarle a la difuntita e inmediatamente iniciamos el regreso, sin antes  parar para comprar una bebida isotónica, la cual no pudimos tomar porque Jorge perdió el dinero y yo me olvidé de llevar.
Era de esperar que el regreso sería más rápido, pero tuvimos viento de frente por lo que prácticamente tardamos lo mismo que la ida: él 1 hora 17 y yo 1 hora 21 minutos.
En el camino quedaban vestigios de la tormenta de días atrás: arena y piedras y los badenes con agua y  barro. En uno de ellos nos empapamos, pues el agua llegaba hasta casi la mitad de la rueda; a la vuelta esquivé este badén circulando por la ruta.
Durante nuestro recorrido sólo nos encontramos con un ciclista de ruta y un par de promesantes llegando al paraje caminando. Ya en el santuario varias personas cumpliendo sus promesas con exigencias físicas y colocándole velas en el lugar destinado para tal fin.
En total anduvimos 63 km en 2 horas 41 minutos con una velocidad máxima de 51.7 km/hs.
Más que contenta y satisfecha me encuentro dado el rendimiento que estoy logrando. 


Por la ciclovía

En el Santuario

Gatorade que no tomamos, je

Altura máxima de la Cuesta de las Vacas

Después de pasar el badén con barro

Llegando a las dunas