domingo, 8 de septiembre de 2013

10 km: medalla, diploma y trofeo

Campeonato Sanjuanino de 10 y 21 km

Después del Desafío Ansilta que terminé tan cansada, no estaba en mis planes participar de este Campeonato fiscalizado por la Federación Atlética Sanjuanina.
Fue mi profe Pedro quién me entusiasmó y a minutos del cierre de las inscripciones me anoté con la idea de hacer una carrera a modo de entrenamiento ya que durante toda la semana sólo hice natación.
Llegué a la plaza del departamento Pocito y recién estaban armando el arco habíendo muy pocos atletas, pero a medida que transcurría el tiempo se empezaron a sumar hombres y mujeres que participarían tanto en la carrera de 10 km como en la de 21 km. 
En la de 21 km sólo una mujer participó y se sumaron otros  atletas entre ellos mis compañeros Pedro, Gustavo y Eduardo, quienes hicieron la previa para el Ironman de Cozumel, siendo este el orden de llegada.
Yo participé en la de 10 km. Aún no me siento en condiciones de afrontar un esfuerzo más grande sobre todo después de mi última carrera de aventura. Esta carrera salió desde la avenida Aberastain y calle 18. Se transitó por Aberastain hasta calle Maurín girando hacia el oeste hasta Santa María de Oro culminando frente al edificio municipal.
Partí con la idea de hacer mi ritmo de carrera pero tratando de no descuidar a Celina (el año próximo corro en su categoría y ella anda muy bien tanto en bici como en trote). Salí adelante de ella pero poco a poco se fue alejando. No quise apurar para tener resto en la llegada y porque me había propuesto hacer lo mío. Sin embargo no dejaba de mirar adelante y veía que la tenía cada vez más lejos. 
Durante los primeros 4 km mantuvimos una distancia considerada hasta que de pronto se me  puso a la par Mario, un veterano que me ayudó a mantener un ritmo de carrera parejo, sin decaer en ningún momento. Él me alentaba y me decía que ibamos bien así, que no apurara, que me mantuviera y fue lo que hicimos en toda la carrera. De a poco fuimos pasando a atletas; me desvié un instante a la banquina, pisé el borde y me doble el pie derecho, pero aún así continué con el tobillo sentido. Cuando menos lo esperé a Celina la tenía a pocos metros y así con paso regular logramos pasarla a ella y otras personas más. 
Nuestro ritmo fue muy bueno. Se nos sumó otro veterano quién tenía adelante suyo uno de su categoría. Pero este señor caminaba cada tanto por lo que enseguida nos pusimos a la par. Fuimos 4 los que seguimos juntos, hasta que uno tomó la delantera y Mario lo siguió. Yo me quedé detrás del tercero. El primero continuó a mayor velocidad y Mario nos esperó. Faltando 400 mts para la llegada el que había imprimido mayor velocidad comenzó a caminar y el de su categoría lo pasó al igual que nosotros que llegamos tomados de la mano felices por nuestra carrera.
Esta vez llegué entera y contenta por el ritmo que le imprimé a estos 10 km, que gracias a Mario pude mantener en forma constante. 

Atrás Mario, el que me ayudo a mantener el ritmo

Llegada a la meta