domingo, 6 de julio de 2014

Cruce Sierras Chica de Zonda

No se pueden imaginar la felicidad que tengo al poder concretar este cruce!
Íbamos a ser varios los protagonistas, pero por diversas razones sólo lo hicimos Francisco y yo; y no nos pudo tocar una mejor jornada para realizarlo.
Salimos ya de día y con temperatura bajo cero pero con toda la adrenalina encima. Partimos desde el cable carril en Zonda y atravesamos toda la Sierra Chica hasta pasar por el Tres María y llegar al Castillito en Ullúm recorriendo una distancia de 12 km aproximadamente en casi 6 horas.

picture of Vista desde el Cerro Parkinson
Vista del cruce desde el Cerro Parkinson (Foto: Fernando Olsen)
      
La primera parte fue la más complicada. Se sube en forma abrupta hasta llegar a los 1.000 msnm entre filos y precipicios, con momentos de escaladas y hasta en cuatro patas. Demoramos cerca de una hora en hacer este sendero dificultoso y a partir de ahí sólo seguir la huella que está bien demarcada. 
Casi todo el trayecto es por el filo con abismo a ambos lados y por otros se faldea el cerro para luego encarar algunas subidas o bajadas. 
Paramos en una planicie donde hay varias pircas para almorzar y después de una gran charla continuamos nuestro andar. Por momentos con cuestas escabrosas y con bajadas vertiginosas hasta llegar a la unión de las Coloradas donde nos encontramos con un puesto de abastecimiento de la carrera Salomon.
El sendero continua y sorprende un filo de pocos metros pero muy complicado para sortearlo, tanto que la organización de la competencia dispuso en otro sector una escalera para evitar pasar por él. En este tramo yo iba adelante y me dispuse a encarar el peligroso filo, pero la sensación de inseguridad y de miedo me acobardaron y preferí bajar para hacerlo más seguro; sin embargo se tuvo que trepar una pared en vertical resultando mucho más difícil el ascenso hasta subir por las escaleras donde un grupo de escaladores nos ayudaron en el tramo final.
Desde lo alto se puede ver a ambos lados del camino: a la derecha, el autodromo en toda su dimensión, el Jardín de los Poetas, la ciudad de San Juan y el río con la vista de los cerros Párkinson, Panorámico y las Lomas de las Tapias; a la izquierda todo el departamento Ullúm con sus fincas y emprendimientos, lo que queda del embalse, más la precordillera sanjuanina. 
Solo quedaban dos tramos bien demarcados. El primero hasta llegar al Tres Marías y el segundo la bajada hasta el Castillito. El primer tramo con subidas largadas y con pendientes que se hicieron notar después de varias horas de treking; y la segunda es el circuito conocido y más transitado de la zona. El llegar a éste último es llegar casi al fin de esta aventura.
Una vez concluida nuestra caminata en el Castillito me invadió una gran alegría y no dejo de agradecer a Dios el estar cada día mejor, porque la recuperación que estoy teniendo se nota día a día y que las ganas y el esfuerzo que le pongo se ve demostrado en cada pequeño logro que voy obteniendo.
Queda mi reconocimiento a Francisco que me acompañó y  que con su paciencia pude concluir este desafío que estuvo embriagado de adrenalina, emoción, disfrute y buena compañía.

Subiendo por el cable carril


Por filos y subidas abruptas


Vista del autodromo

Vista de Ullúm

Planicie con pircas

Almorzando en una de las pircas

Puesto abastecimiento Las Coloradas

Personas ayudando en el filo peligroso

Sendero y cumbre del Tres Marías

En el Tres Marías