lunes, 9 de abril de 2012

Camino del Inca en bici! El Final

Día 3.
Luego de un merecido descanso, tomamos el desayuno y con Pablo y Miguel salimos a caminar por las Sierras. Durante la noche había caído rocío por lo tanto todas las plantas estaban mojadas. Mientras caminábamos se nos empaparon las zapatillas al igual que la ropa, pero nuestro entusiasmo de subir y conocer pudo más y continuamos hasta la cima. 
De bajada pudimos observar al resto del grupo que también salió a hacer un trekking y decidimos ir a su encuentro previo cambio de indumentaria. 
Continuamos en dirección a las pisadas y nos encontramos con otro tipo de paisaje. Ya no habían tantos árboles y las plantas en su mayoría eran bajas, pastizales y mucho verde. Nos sumamos al grupo de David, Flor, Wladyslav y Rafa, caminamos un trecho por la orilla del río y regresamos topándonos con el inicio de una faena.
Ya en el paraje, Miguel fue el encargado de hacer el asado, mientras el resto del grupo levantaba campamento. Almorzamos compartiendo la mesa con doña Chocha, su marido y Walter, e inmediatamente nos vestimos de ciclista y emprendimos el regreso en la modalidad descenso desde Los Sauces hasta El Jardín, cubriendo el mismo recorrido pero disfrutando del paisaje desde otro punto de vista.
Esta vez todo el grupo cumplió con el trayecto completo, ya que el descenso fue placentero y por momentos emocionante.
Llegamos a El Jardín y en un camping del  lugar armamos campamento. Luego de un baño, en ducha las mujeres y Wladys, y en el río los varones, Miguel comenzó con la preparación de la cena. Comimos y cada uno a su respectiva carpa para descansar después de una doble jornada de actividad física.




En plena faena





Felicitaciones por el regreso

Disfrutando de una exquisita cena

Día 4.
Mañana muy fresca, con rocío y algo nublado se presentó el último día de aventura.
Después de desayunar subimos a la camioneta y nos dirigimos hacia las yungas propiamente dicha, donde nos internamos haciendo un trekking en pleno pulmón de la selva. Otro paisaje, rodeados de helechos, con árboles de hasta 45 mts. de alto, otros con troncos inmensos, cantar de pájaros por doquier, ruido del río, tierra mojada, piedras tapizadas de moho, mucha humedad en el ambiente, mariposas multicolores y por momentos la vegetación era tan tupida que no dejaba pasar un rayo de luz.
Regresamos al campamento, hicimos nuestros equipajes, cargamos todo en las camionetas y emprendimos el retorno  a Rosario de la Frontera comiendo empanadas salteñas durante el viaje, desde donde cada uno de nosotros continuó a sus lugares de orígenes.
Una aventura inolvidable que invita a realizar otros circuitos descubriendo  LA CARA OCULTA DE SALTA http://www.facebook.com/pages/LA-CARA-OCULTA-DE-SALTA/127826760585117

Inicio de la última actividad 









Fin del Camino del Inca