sábado, 11 de mayo de 2013

Estrenando la rutera

Después de idas y venidas, de desencuentros y promesas, logré armar una bici de ruta y con ella salí este sábado.
Me acompañó Eduardo, Gustavo, Pedro y Fredy y anduvimos por la zona de Zonda completando unos 50 km.
Ellos que son triatletas anduvieron en forma tranqui, pero para mí fue todo un reto ya que hace más de 25 años que no ando en una bici de ruta. Fue todo un aprendizaje, después de andar un largo tiempo en la de montain y a diferencia de esta y con la tándem, es que cambia la posición, pedales con traba, yo tengo que poner los cambios, dirigir la bici, mantener el equilibrio y realizar todo el esfuerzo a pulmón.
Fue un placer pedalear con ellos, no sólo por la compañía y el aguante que me tuvieron, sino además por las canciones que entonaban con cada palabra que uno decía; por las anécdotas contadas durante la marcha y las salidas de Fredy que nos hacían reir a cada momento. 
Si bien todo fue distinto para mí en la rutera, igual me costó encarar las cuestas y el miedo en las bajadas contínúa, y más en ésta por la velocidad que toma. No obstante no me costó tanto adaptarme como pensaba. Empecé a sentir confianza y mayor seguridad a medida que pedaleaba y llegué a alcanzar los 40 km/hs. metida entre medio de mis compañeros. 
Me sentí de maravilla pedaleando en ésta bici, disfruté el aire en mi cara y si bien por momentos me costó mantenerme a rueda, fue una ricura acelerar y sostener una velocidad constante, sintiendo el deslizamiento de las ruedas por el pavimento.
Se sumó el día esplendido con poco viento, sol radiante y una temperatura muy agradable.
Que más se puede pedir...sólo agradecer a Dios por la posibilidad de disfrutar a pleno de la naturaleza haciendo lo que a uno le gusta y con excelente compañía.