sábado, 3 de noviembre de 2012

A Ullúm por Matagusanos en mtb



6.30 de la mañana fue el horario de salida para recorrer 80 km y completar así la vuelta a Ullúm por Matagusanos. Este recorrido ya lo intenté hace un tiempo pero se vio frustrada por la pinchadura de una rueda.

                   


El día se presentó sin viento, con una temperatura ideal y con gran visibilidad. La ruta hasta Matagusanos muy transitada sobre todo por camiones de gran porte.
A penas salí a pedalear las piernas las sentí muy cansadas y me dije a mí misma que fue un error haber ido a nadar el día anterior sabiendo que hoy tendría una  salida con cierto grado de dificultad. Ante esta situación opté por no exigirme demasiado ya que estaba algo sentida. A pesar del cansancio de mis piernas logré bajar el tiempo en varios minutos hasta la antena. A partir de ahí la gran baja del Villicúm lo hice frenando a 61 km/hs. 
Llegué al cartel indicador "Ullúm 32 km" y unos metros más adelante a mano izquierda se encuentra la entrada que lleva a este departamento. Ahí  me quedé media hora a esperar a Pablo, quien vendría a acompañarme por esta calle solitaria. No continué mi andar porque me dio miedito seguir sola por este lugar desolado. Durante la espera saqué algunas fotos, comí y me hidraté,  y ya comenzó a sentirse algunas ráfagas de viento sur. 
Este trayecto con una leve subida, tiene una distancia de 18 km de camino consalidado y en muy buen estado. También cuenta con badenes al igual que el Villicúm, sólo que mas espaciados y mas pronunciados. A esta altura el viento ya era mayor, la visibilidad disminuyó y el sol no dejó de brillar a pesar de la tierra reinante.
Pablo se mantuvo con el auto muy cerca mío para cortarme el viento, pero aún así mi velocidad de marcha no superó los 15 km/hs. 
Cuando menos lo esperamos llegamos a la estación Fotovoltaica, luego fincas con plantaciones de vides; una leve bajada y la ruta asfaltada. Hasta acá lo comprometí a Pablo, de mi parte quedaba liberado, pero él prefirió continuar conmigo unos kilómetros mas. Y agradecida estoy ya que pude mejorar mi ritmo de pedaleo gracias a que en este trayecto también me cortó el viento. Este ya corría muy fuerte a tal punto que por momentos sentía que la bici estaba a 45° y yo haciendo fuerza para mantenerla en equilibrio.
Cuando circulamos por las Lomas de Las Tapias el viento era aún más fuerte y sus ráfagas venían acompañadas de tierra que me pegaban en el cuerpo y debía bajar la cabeza para evitar que entrara en los ojos. La visibilidad por momentos era escasa. Llegamos a la bajada del paredón, con el auto adelante y pedaleando no pude superar los 30 km/hs, es que el viento parecía furioso y si dejaba de pedalear la bici se frenaba completamente. Al llegar al Parque Faunístico Pablo siguió su rumbo y continué sola luchando con la  correntada de aire rabioso. Mi ritmo de pedaleo disminuyó aún mas y tuve que esforzarme para poder continuar. Al llegar a Gendarmería la nube de tierra y el viento reinante parecían estar en su pico más alto. Pude divisar a Pablo que me estaba esperando y sin dudarlo me bajé de la bicicleta y me subí al auto. Me faltaron 8 km para completar el recorrido, pero lo compensé duplicándolo con el esfuerzo de pedalear con el viento en contra a  45 km/hs (datos que escuchamos en la radio y luego lo corroboré en freemeteo)
Por la tarde estaba organizada una caminata por el cerro Panorámico con un grupo de gente, la cual tuvimos que suspender por la inclemencia del tiempo.

Durante la espera

Camino a Ullúm por Matagusano

Viento y tierra

Planta Fotovoltaica

Lomas Las Tapias