Para aprovechar el día salí temprano, con las primeras luces del día, apenas asomaba el sol y con casi nada de gente en las calles, emprendí mi bicicleteada para conocer parte de San Martín de los Andes.
Tomé la ruta que lleva a Villa La Angostura que recorre buen trayecto el lago Lácar. Desde las alturas pude apreciar este lago y justifiqué mi pánico de ayer ante esta inmensa cantidad de agua.
La salida en bici fue corta, llegué hasta la playa Catritre con fuertes pendientes y luego de recorrer el centro y sus inmediasiones regresé para sumarme con mis hijos a dar una vuelta en auto.
Ya en la tarde, y en mi segundo intento de nadar en el Lácar, logré cruzarlo hasta la costa opuesta. Esto me animó y creo estar preparada más psiclológicamente para el Cruce del Lago Lácar.